jueves, junio 16, 2011

GUIONECES: DIÁLOGOS, SILENCIOS, GESTOS (V, 2010)

En los guiones hay un recurrente miedo al silencio. Más detectable aún, en televisión. Parece que el guionista sospecha, si tiene a dos personajes en escena, y uno escucha y reacciona, sin palabras, el actor no sabrá cómo hacerlo. Pero un guión puede definir gestos, reacciones.

Un ejemplo es la escena que comparten Diana y Marcus en el capítulo 9 de la Segunda Temporada de la serie V.


Aquí los guionistas no han temido que Diana tenga su “momento de párrafos largos”. Lo usual y recomendable, sin duda, es que los diálogos estén “picados”, que cada participación sea corta, y así se genere ritmo. Pero no todas las escenas requieren el mismo ritmo.

Y en ésta, Marcus no repone a cada una de las intervenciones con palabras; pero sí con gestos. No sabemos si en el guión se reflejaba esto, o ha sido cosa del director. Lo que cuenta es que nosotros, como guionistas, podemos y debemos reflejar cómo reacciona y actúa cada personaje de una escena... aunque no esté hablando. Y para este caso tan peliagudo de los párrafos largos (algo a contenerse de repetir mucho, por si acaso) es una forma perfecta de "picar".

Un caso distinto. Un uso del silencio en el momento clave. En el capítulo 4 de The Event (A Matter of Life and Death), Sean Walker (en un flash-back) conoce a los padres de su novia, Leila. Durante la comida, el padre, Michael Buchanan, empieza con una conversación casual que deriva en tensión para con algo sobre lo que Walker no quiere hablar.
 
MICHAEL BUCHANAN
Debe de ser duro para tus padres no tenerte cerca para las fiestas

SEAN WALKER
Sí, pero más o menos están acostumbrados.

MICHAEL BUCHANAN
¿Dónde viven?

SEAN WALKER 
Oh… (Dudando) aquí y allá. Se mudan mucho.

Leila le observa, pero no dice nada. La madre de Leila nota la incomodidad de Sean. El padre continúa.




MICHAEL BUCHANAN
¿Por trabajo? ¿O porque les gusta viajar?

SEAN WALKER
Ellos sólo… se mudan mucho

MICHAEL BUCHANAN
¿Dónde pasan el Día de Acción de Gracias?

SEAN WALKER
Ah… Para ser sincero…

Leila le mira. Intuimos que esa parte de su vida no se la contado. No dice nada. Sabe que el padre le observa. Si le reprocha algo, su padre será testigo.

SEAN WALKER
… no he hablado con ellos hace bastante. Mis padres se separaron cuando era niño. Mi madre… Ella no estaba bien. Así que mi padre e quedó la custodia completa Pero tras la separación, él se desmoronó. Comenzó a beber…

SEAN WALKER
De todos modos, estoy feliz de haber salido de todo eso, después del Instituto. No he hablado con ellos desde entonces. Y lo siento, no quise mentir antes. Sólo me sentía raro hablando de esto. Es mi historia.

Y Leila le coge la mano, comprensiva.


No sabemos seguro si ella conocía algo de esta backstory (tal vez un tanto alargado y detallado, sí; pero estamos en una primera parte de la serie que tenía un objetivo similar al de -parte de- Perdidos; los flash-backs que nos introducen más sobre los personajes). De todos modos, este gesto hace que comprendamos algo fundamental sin palabras. Leila apoya a su novio pese a que no le haya contado la verdad. De paso, se transmite otro dato que caracteriza al personaje: Sean Walker es un personaje positivo. Ingenuo, incluso. Que admite ante desconocidos que ha mentido, y que, al cabo (de la escena), cuenta la verdad.

Dos ejemplos "menores" en cuanto estas series son (según mucha parte de la crítica) "menores". Pero ahí están, y cuando se introducen detalles así en los guiones, hasta estas series tan denostadas ganan vuelo (que diría mi colega Alberto Nahum en Diamantes en serie). Otro día hablamos de las series de AMC, donde el silencio (y el ritmo pausado) se está convirtiendo en marca de la casa. Con obras como The Killing.

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